Los teóricos de la categoría cuidado como un rasgo humano afirman que el
cuidado es parte de la naturaleza humana, una forma esencial del ser, común e
inherente a todo ser humano y necesario para su supervivencia. Ante estas
afirmaciones, el asumir y conservar el cuidado como una prerrogativa de la
enfermería es un problema y, a la vez, una prueba para la disciplina en una
sociedad como la de hoy, cada día más deshumanizada pero profundamente humana.
El
proceso de cuidado para la persona, familia y grupos es el foco principal de
enfermería, no sólo en el ámbito de la interacción humano-humano sino en la
demanda de conocimientos de carácter ético, estético, artístico, científico
bajo una investidura de responsabilidad y compromiso personal, social y moral (Watson, 1988)
Él
humanismo niega que los conceptos y leyes sean apenas duplicaciones de la
realidad; en la conceptualización humanística se tolera "el símbolo en
lugar de la reproducción, la aproximación en vez de la exactitud, la
plasticidad en vez del rigor" (Boykin, 1993)